La deuda técnica es peor que la financiera (y más fácil de adquirir)
Si pides dinero al banco o usas tu tarjeta de crédito, sabes (deberías) cuándo tendrás que devolverlo.
Pero con la deuda técnica, no.
No sabes cuándo vas a tener que pagarla. A veces es mañana. A veces dentro de años.
Y eso la hace más peligrosa.
Lo peor es que muchas veces no somos conscientes de que la estamos introduciendo.
Arrancas un proyecto sin definir principios, valores, metodologías, buenas prácticas…
Y sin darte cuenta, la deuda técnica empieza a colarse.
Silenciosa. Persistente. Acumulativa.
Además, no toda deuda técnica es igual.
Depende de dónde la introduces.
No es lo mismo hacer “trampas” en una zona periférica del sistema, que en el núcleo, en la capa de dominio.
Cuando la deuda está en el core, es mucho más costosa de pagar.
¿Mi postura? Haz siempre las cosas bien.
No sabes cuándo vas a tener que volver a ese código.
Y si vas a tener que devolver esa deuda…
Mejor que sea poca.
Si en tu empresa la deuda técnica empieza a doler, hablamos.